Una correcta instalación eléctrica es fundamental para que una construcción sea segura. Para cuidar a quienes se encuentran en la propiedad y evitar conflictos con equipos o máquinas se debe instalar una puesta a tierra.
Este es un mecanismo de seguridad exigido en toda instalación para conducir posibles desvíos de la corriente hacia la tierra. A través de la puesta a tierra, la electricidad se disipa en el suelo sin entrar en contacto con las personas o maquinarias.
¿Cómo está compuesta una puesta a tierra?
En todas las construcciones donde debe colocarse una puesta a tierra se necesita principalmente una jabalina que irá en el suelo y una caja de inspección para poder acceder a ella fácilmente.
La jabalina utilizada en la puesta a tierra se trata de una barra con núcleo de acero revestida en cobre electrolítico que se coloca en el terreno. Desde allí, este artefacto deriva la corriente eléctrica a la tierra y evita que se provoque una descarga en personas o equipos ocasionando accidentes. A través de tomacables y demás artefactos soldados la jabalina, se debe unir con un cable de cobre completando el circuito eléctrico de la puesta a tierra.
Existen diferentes medidas y largos de jabalinas. El tamaño elegido dependerá de la instalación eléctrica de la construcción y el uso que se le dará a futuro. Para conseguir una mayor descarga a tierra y que la instalación eléctrica sea más segura, la jabalina deberá ser más larga y llegar a una profundidad mayor.
La caja de inspección sirve para acceder a esta conexión de forma cómoda y segura. Así se podrá controlar que la puesta a tierra se encuentre en condiciones ante cualquier fallo de la instalación eléctrica. Es fundamental verificar periódicamente el estado de la jabalina para evitar accidentes, por ello la caja de inspección debe estar correctamente colocada.